domingo, 30 de noviembre de 2014

Agradecer públicamente ¿por qué no?

A propósito de las campañas que hacemos en Sentir Positivo (www.sentirpositivo.com), en las que a través de una red de amigos, y de los amigos de los amigos, le cumplimos sueños a las personas, varios de ellos solicitaron que no se les agradezca públicamente en las redes sociales y aclaran que prefieren mantener sus obras en el anonimato ya que, como lo dice la biblia “que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha”. Sus razones son válidas y es de admirar que su principal motivación para ayudar a otros no sea el reconocimiento. Sin embargo, aprovecho este blog para expresar por qué, para mí, es importante agradecer el apoyo que brindan a los demás.

El pasado 6 de octubre llamé a Daniel Herrera, director de la Fundación Pocalana para proponerle que les celebráramos los quince años a las hijas de los recicladores de Bogotá, a quienes la fundación apoya en diferentes procesos de educación, dignificando a la población a través del amor. Daniel muy emocionado aceptó, pues la idea es que a través de los dones y talentos de muchos voluntarios músicos, fotógrafos, modistas, decoradoras, productores etc. Organicemos una hermosa fiesta para las niñas y la comunidad. Dos días después Daniel me escribió explicando que estaban llenos de trabajo, por que debían conseguir recursos para celebrar el día de los niños a los pequeños del barrio El Mochuelo de Ciudad Bolívar –otra de las obras de la Fundación-, y en el momento la actividad de las quinceañeras no se podría llevar a cabo.

Niña de la Fundación Pocalana recibiendo los tenis el día del niño

Niño de la fundación Pocalana estrenando los tenis 
Por la noche envié el siguiente mensaje por WhatsApp a 19 amigos: “Hola, necesito tu ayuda”. Después de recibir por respuesta como claro, de una, para qué soy bueno, en lo que pueda ayudarte, entre otras, escribí: “$27.000 para los guayos marca Venus de uno de los 104 niños del barrio El Mochuelo de Ciudad Bolívar que pertenecen a la fundación Pocalana”. Al día siguiente decidí contar la historia a través de Facebook agradeciéndoles a las 17 personas que dijeron sí. Gracias a dicha publicación más personas se unieron y en dos semanas se recaudaron $1.627.000 que generaron 70 hermosas sonrisas.

Yolita donó el cabello a mujeres pacientes de cáncer
En octubre también se celebra el Día Internacional de la lucha contra el Cáncer de mama y una psicóloga cartagenera Yolita Lepesqueur Echenique, quien vive en Montreal, Canadá, permitió que publicáramos en la página de Facebook de Sentir Positivo unas fotos con el siguiente texto "Yo quería un cambio, llegue a mis 34 y quería verme diferente al espejo, estando en la peluquería la señora me pregunta si quería conservar mi pelo o no. Me quedé pensando y me dije a mi misma, lo voy a conservar porque quitándome el cabello logro el cambio que quiero y guardándolo para donarlo logro otro cambio en quien lo vaya a utilizar. Así que, ¿dos cambios son mejor que uno solito si ambos son positivos, no?". Al ver el mensaje otras dos mujeres decidieron hacer lo mismo en Bogotá.

El Padre Jaime Marenco con el "mudito" de Salgar

El "cambuche" de Luis Antonio, el "mudito" de Salgar

Habitantes de Salgar ayudando a construir una vivienda digna para Luis Antonio

Jaime Marenco, el sacerdote de la Parroquia Santa Isabel de Portugal en Salgar, Atlántico, publicó ese mismo mes en Facebook las fotos de un ”cambuchito” donde vive Luis Antonio, un “mudito” que fue olvidado por un circo hace varios años. Dicha “vivienda” quedó prácticamente destruida, tras los fuertes aguaceros y el padre pidió la colaboración a través de las redes sociales para construirle una vivienda digna. La construcción ya empezó, los pobladores de Salgar donaron la mano de obra y personas de otras ciudades y países se unieron donando recursos económicos.
 
Marcos de 8 años recibiendo las prótesis  

Lucía con Heredero, el caballo que le regaló un desconocido

Voluntarios que preparan alimentos y comparten con los abuelitos del comedor Padre Pío

Estas son algunas de las muchas acciones en las que agradecemos, publicamos actos de heroísmo, desprendimiento o simplemente reconocemos las capacidades de hombres y mujeres para dar amor; como las personas que hicieron posible que un niño de 8 años que perdió las piernas por causa de una bacteria volviera a caminar y montar bicicleta, los amigos de Medellín que lograron que una pequeña de 9 años sobreviviente del cáncer de pulmón cumpliera su sueño de tener un caballo o las fotos que compartimos de los voluntarios que una vez al mes preparan alimentos y comparten con 110 abuelitos del barrio Girardot de Bogotá, que ha generado que muchas personas se vinculen a este comedor.

Nosotros, como usuarios de las distintas redes sociales publicamos, casi que a diario, todo tipo de contenido tales como selfies, invitaciones a fiestas y eventos, chistes, críticas, estados anímicos, ubicaciones, viajes, gustos, restaurantes que visitamos, fotos con personalidades, y algunas otras cosas sin repercusión social. ¿Por qué no publicar las buenas obras e iniciativas?, al hacerlo lo que realmente estamos publicando es una oportunidad; la de que miles de personas se contagien a través del ejemplo y tengan la oportunidad de dar amor a los demás.

martes, 12 de agosto de 2014

Cambia tu enfoque

Si bien es cierto que en cada uno de nosotros se encuentra la capacidad de elegir lo que nos ofende, lastima o no, que debemos protegernos de palabras, comentarios y actos hirientes diciendo  “decido que esto no me afecte”, también lo es que somos seres humanos y que en muchas ocasiones nos sentimos agredidos por lo que para otros sería una tontería.

Soy consciente de que en muchas ocasiones quienes nos rodean no desean lastimarnos, que son personas convencidas de hacer y decir lo correcto. Sin embargo, sus palabras y actos se alejan de ello.

Tengo familiares y amigos que me aman y se preocupan por mí, pero desafortunadamente he tenido que escuchar de ellos “inofensivos comentarios” que llegan a distorsionar la realidad.  He sido una mujer estudiosa, trabajadora que lucha día a día por ser un buen ser humano, y esto – No sé en qué momento-  se convirtió en algo malo.

Ante sus ojos mis esfuerzos y logros no me hacen merecedora de muchas cosas. Con frecuencias dicen frases como “tú ya lo conseguiste”, “si ellos no tienen y tu si, debo darles la oportunidad”, “pobrecitos, tú has contado con buena suerte, él o ella no”, entre muchas otras.

Como receptora del mensaje y a pesar de mis temores, frustraciones y complejos decido pedirle a Dios que me de sabiduría, discernimiento y humildad para no sobredimensionar la situación. Pero ¿quién le dice al emisor que es necesario reconocer y valorar el esfuerzo de los demás?, ¿que no sólo el “débil” necesita ser protegido y estimulado?, y no piensen que me refiero a recibir dinero o de alimentar el ego, hablo de que las personas necesitamos sentirnos amadas y valoradas.

Les hago la siguiente pregunta: Si usted tuviera 2 hijos y uno de ellos gana el año con excelentes notas y el otro lo pierde por no estudiar, ¿le diría al primero que su hermano será recompensado y él no?

Está reflexión -algo pretenciosa- busca que seamos instrumentos de Dios, que los mensajes que demos cada instante de nuestras vidas, se basen en el amor, el respeto y reconocimiento del otro como un ser humano que merece ser amado.

Publicado en el Oracional de la Emisora Minuto de Dios “El Man Está Vivo”  7 de febrero de 2014


jueves, 5 de junio de 2014

El bacán de la felicidad


Medios de diferentes partes del mundo difundieron, hace algunos días, la siguiente noticia: seis jóvenes iraníes fueron detenidos y obligados a pedir disculpas después de grabar y publicar en YouTube  una versión casera de la canción “Happy” del cantante estadounidense Pharrell Williams. https://www.youtube.com/watch?v=tg5qdIxVcz8#t=12

Al conocer la noticia Mario Chamorro publicó en redes sociales “Esto es extremadamente absurdo! 6 iraníes fueron arrestados en Teherán por difundir la felicidad. Exigimos la liberación inmediata de los tres hombres y tres mujeres que se encuentran actualmente entre rejas”. De inmediato sus contactos, los contactos de sus contactos y hasta el mismo Pharrel empezaron a utilizar el hashtag #freehappyiranians. 

Horas después y tras haber movilizado a cientos de personas en las redes sociales y de haber hablado con algunos contactos en Teherán, los seis jóvenes fueron liberados.

Mario Chamorro no es un diplomático. Es un joven colombiano de 33 años, nacido en San Juan de Pasto, estudió finanzas y energía, es magister en asuntos internacionales de la Universidad de Columbia, ha trabajado como analista del mercado de petróleo y gas natural con la Bolsa de Valores de Nueva York (NYMEX); consultor en proyectos globales en energía eléctrica en Boston y para una firma de banca de inversión en Wall Street.

A pesar de sus logros Mario es un hombre sencillo que habla de su tierra con orgullo, asegura que le gusta conectarse con extraños, colaborar en proyectos de impacto social, caminar, estar solo y tomar café.  Es el hijo único de una nutricionista pensionada y de un hombre que trabaja en una finca, salió de su casa a los 16 años a estudiar administración de empresas en Bogotá, 8 años después vendió sus pertenencias, tomó sus ahorros y se fue a estudiar inglés a Estados Unidos, donde vive hace 10 años.

Chamorro, también conocido como “el embajador de la felicidad”, se define como una de las 7 billones de personas “rebeldes de la felicidad en lo bueno y malo”, cuenta que fue uno de los peores ICFES de su colegio en el año 97, que después de graduarse en una buena universidad de los Estados Unidos y trabajar en el área financiera de Nueva York, la crisis económica mundial del 2008 lo dejó sin trabajo, sin novia y sin casa.

Sin embargo, consiguió un nuevo trabajo que le daba para pagar las cuentas y sobrevivir, pero no lo hacía feliz. Entonces un día se topó con dos preguntas: ¿cuál es tu súper poder? y ¿qué estás haciendo con él para mejorar el mundo?

Mario se dio cuenta que su “súper poder”; ese don, el algo para lo que somos buenos, que se da de manera natural y disfrutamos hacerlo, en su caso, era la capacidad de hablar con la gente y darles un mensaje positivo. Luego, al responder el segundo interrogante descubrió que a través de su don podía darle un mensaje a la gente que los ayudaría a ser felices: asumir una “actitud de turista” es decir, salir de la rutina, activar la capacidad de mirar el entorno de manera diferente con la fascinación de un niño, el asombro de cuando conoces un lugar y buscas experiencias nuevas en el diario vivir.

Este joven, que sueña con ir a la luna y crear el día festivo de la felicidad, asegura que este estado mental lo ayudó a levantarse y a continuar, cuando en el 2011 fue diagnosticado de cáncer. Decidió aplicar la teoría que años atrás había inventado “ser turista de su propia vida”, ser aventurero, creativo, original, atreverse a ser el mismo y dejar de pensar en el pasado y en el futuro para estar en el aquí y el ahora disfrutando de la vida.

Una de las personas que apoya esta actitud es Catalina Isabel Ortiz, Comunicadora Social – neurofacilitadora, es profesora de Comunicación Efectiva de la Escuela de Administración de la Universidad Sergio Arboleda, precisamente dictando una clase llamada la “Actitud de turista”, inspirada en la teoría de Mario. Catalina les enseña a sus estudiantes la importancia relacionarse con el entorno de una manera diferente, observar, cuestionar e intrigarse para tener una comunicación efectiva.  Por ejemplo: si eres jefe y tienes que hablar con un empleado que no está rindiendo al cien por ciento, debes tener la capacidad de observar su entorno, tener en cuenta su historia e indagar y preguntar con asertividad y ver qué puede estar sucediendo. La actitud de turista es un estado mental que podría resolver el problema.

En la actualidad Mario lidera “Make it happy” www.letsmakeithappy.org una organización que realiza cambios sociales positivos a través de acciones sencillas dedicadas a empoderar a las personas para hacer del mundo un lugar más feliz. La iniciativa estrella de esta organización es “Happy post”, en la que le piden a la gente conocida y desconocida que escriba en un pequeño papel qué la hace feliz y con la que ha logrado llegar a 30 países y documentar más de 100.000 mensajes que han sido expuestos en espacios públicos, oficinas y museos. Otras de las iniciativas son un millón de maneras de un mundo más feliz http://happymillionideas.tumblr.com/ y el Día Internacional de la Felicidad decretado por La Asamblea General de la ONU www.diadelafelicidad.co

Este hombre que viaja por el mundo hablando de su vida y experiencias, que “sueña con vivir en una casa pequeña, en una comunidad que lo valore y con una esposa chévere”, es de esas personas que llegan a la vida de los demás para demostrar con ejemplo, autenticidad, persistencia y constancia que vale la pena apostarle a las ideas, ponerlas en acción por locas que parezcan y así no sean exitosas, pero principalmente este pastuso llegó a la vida para decir que se puede ser feliz.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Enseñando a ser felices

Clase de felicidad "Happy Bussines" en el Colegio de Estudios Superiores de Administración CESA 
Escuchar la frase “En busca de la felicidad” puede remitirnos a la película dirigida por Gabriele Muccino y protagonizada por Will Smith en el año 2006, basada en la historia real de Chris Gardner, un hombre que quedó en banca rota, sin hogar, a cargo de la crianza de su pequeño hijo y llegó a ser multimillonario. Pero también podría llevarnos al cuestionamiento y a la reflexión acerca de esta palabra ¿Qué es felicidad? ¿Soy feliz? ¿Hago feliz a los demás?, entre muchas otras preguntas.

Es posible que las respuestas sean afirmativas, que recordemos que por segundo año consecutivo, Colombia se ubicó en el primer puesto como el país más feliz del mundo entre 65 países, según el Barómetro Global de Felicidad y Esperanza 2014. Sin embargo, y de repente escuchamos en la radio y la televisión que a una menor de edad el vecino la golpeó con un martillo en la cabeza, que un holandés drogó y torturó a una prostituta en Bogotá, que la temporada invernal ya lleva diez muertos y que en Venezuela continúan las protestas por la escasez de alimentos, el desabastecimiento y los altos índices de criminalidad, eso sin hablar de la situación política de Ucrania, la desigualdad en la India, la guerra de los países árabes y muchas otras cosas que suceden en el mundo.

Así las cosas pensamos ¿cómo podemos ser felices con ese bombardeo de información negativa, con el hambre, la indiferencia, el egoísmo, la pobreza, la corrupción y la exclusión etc etc etc…?

Entonces, escuchas acerca de un colombiano de 38 años de edad que dicta la cátedra de la felicidad en dos universidades – y quieres saber más, necesitas saber más-.

Andrés Ramírez Ordoñez es director de la Fundación Consejo de Empresas Americanas y profesor de Felicidad "Happy Business" en el Colegio de Estudios Superiores de Administración – CESA, Felicidad "Make it Happy" en la Universidad Sergio Arboleda.

Andrés no fue estudiante de Tal Ben Shahar, el israelí conocido como el gurú de la felicidad quien creó y dicta en Harvard el curso 'Mayor felicidad”, pero si se graduó en Estados Unidos como consejero de adicciones, y desde hace 17 años entró en un proceso de recuperación a las adicciones.

Empezó a trabajar en Colombia dirigiendo un programa de recuperación en una fundación de  niños víctimas de la violencia y explotación sexual, pero un día decidió trabajar por la prevención y descubrió que la mejor fórmula es dar herramientas que ayuden a las personas a sacar lo mejor de sí para ser felices.

El profe

Desde hace tres semestres Andrés Ramírez dicta la cátedra de la felicidad en el CESA; dos veces a la semana comparte un salón con 30 estudiantes de diferentes semestres, quienes quizás se inscriben a esta electiva de 3 horas a la semana buscando, como muchos seres humanos, la clave de la felicidad.

Este hombre separado y padre de dos hijos, dice ser un hombre imperfecto que busca siempre la mejor versión de sí y actuar desde el amor para ser feliz. Asegura que sus expectativas como ser humano y profesor son todas “hacer mucho más de lo que hago ahora y a través del ejemplo formar a buenos seres humanos”.

Con paso acelerado, mirada fija y rostro sonriente señala que la felicidad es de largo plazo, no es inmediata como las dietas relámpago con las que puede adelgazar y después regresas a los malos hábitos. Explica que para ser feliz hay que tener templanza: capacidad de poner de lado el placer inmediato por un bienestar futuro.

Herramientas para ser feliz

En la búsqueda de la felicidad a través de este personaje y de descubrir algún truco que revele un paso más, le pido cinco tips para ser feliz y con una mirada amorosa y la cabeza doblada hacia su hombro responde “A mí no me gustan los tips, pero puedo dar algunas herramientas que contribuyan al propósito”. Mientras Andrés hablaba – posiblemente como lo hacen ustedes en este momento- yo iba chuleando lo que hacía o no de la lista.

Agradecer todos los días, perdonar; vivir sin resentimientos, desayunar para tener energía, hacer ejercicio y escuchar música. En definitiva  “Alimentarse bien en el sentido holístico del ser, en cuerpo mente y alma y adquirir hábitos que construyan el ser humano que quieres ser”.


“Dictar la clase es fácil, lo difícil es ser ejemplo de felicidad”

Andrés se para frente a los estudiantes y anuncia el tema a tratar: “los paradigmas”. Lanza una pequeña pelota a quienes tendrán la palabra y en un ejercicio de construcción colectiva y gracias a varios ejemplos llegan a la conclusión de que un paradigma es “la forma en que vemos el mundo”. Lanza de nuevo la pelota, esta vez para pedir ejemplos relacionados con sus vidas.

Un estudiante, mientras le da vuelta a la pelota con sus manos habla del paradigma de los padres con el estudio “si uno no estudia no es nadie en la vida”, otro joven recuerda la percepción negativa que tenia de sus compañeros y cómo pudo romper con eso al conocerlos y saber más sobre ellos.

Después de la intervención y reflexión de varios jóvenes, el profesor los invita a que “siempre tomen la mejor foto, tómense el tiempo de ver las cosas, ver los ángulos, gozar con todo, a ver la vida de una manera más libre y ser capaces de ver las cosas como otros las ven”.  

Chaid Neme de 22 años de edad, dice que gracias a esta clase ya no le da miedo hablar con la gente “me siento más seguro y cumplo con los compromisos que hago por día y por mes”. Por su parte Andrea Lopera de 20 años de edad señaló que ha aprendido a autoevaluarse, a ser más tranquila, a dejar el rencor y a tratar mejor a su familia “mi calidad de vida ha mejorado”; también señaló que “Andrés es un bacán, una persona muy querida que sabe llegarle a la gente”.

Los compromisos

Al finalizar la clase los estudiantes dicen su nombre, compromiso y cómo van con él:

Concentrarme en lo importante, ser coherente, aprovechar el tiempo, dejar la rutina, ser más ordenado, valorar lo pequeño, ser más paciente, vivir la vida, escuchar otras opiniones, tratar mejor a la gente que quiero, ser tolerante, ser positiva, dejar el rencor, entre muchos otros compromisos.

Algunos confesaron no ir muy bien con sus propósitos y otros empezaron nuevos compromisos con la satisfacción según ellos de haber logrado un cambio positivo en sus vidas.

Finalmente y después de escuchar tan valiosos compromisos, y en especial el de un  joven que con total sinceridad dijo que, gracias a que ahora tiene en cuenta las opiniones de los demás, su novia había regresado con él y, otro joven que habló de como la tolerancia lo ha llevado a tener mejores relaciones interpersonales, he decidido buscar todos los días la mejor versión de mí, tomar siempre la mejor fotografía, hacer mucho más de lo que hago ahora y continuar trabajando en la felicidad de largo plazo, la felicidad del AMOR.





El 20 de marzo, día internacional de la felicidad los invito a entrar a la página http://diadelafelicidad.co/ para medir su felicidad, y si quieren saber más acerca de Andrés Ramírez Ordoñez y sus publicaciones lo pueden visitar en el blog http://ramirezoandres.blogspot.com/


sábado, 8 de marzo de 2014

Mi candidata es la educación


En temporada electoral muchos son los chistes y burlas publicados a través de los chats de celulares y las redes sociales tales como “Vote bien o bote su cédula”, “peligro, políticos en campaña”, “no más corrupción rentable”,  “la diferencia entre un ladrón y un político, es que uno escoge al político y el ladrón lo escoge a uno" además de los videos como el de la señora de las naranjas y la que no votará por Zurruaga y si por Juanpa.

Si, efectivamente producen una carcajada que poco a poco se convierte en dolor, desilusión y lo más preocupante en desesperanza. Sin embargo, este escrito no pretende decir que “el agua moja” y mucho menos hablar de lo que ya se ha dicho; la corrupción en las campañas, el clientelismo y la compra de votos con dinero, tejas, mercaditos, abanicos, etc, etc. Esta nota es una campaña para visibilizar a la mejor candidata que puede y debe tener nuestro país: LA EDUCACIÓN.

Esta es una invitación a votar por una candidata que puede solucionar los problemas de desigualdad, inclusión y discriminación. La educación es un vehículo que, en palabras de Juan David Aristizábal, profesor del CESA y cofundador de Buena Nota, organización que apoya a los emprendedores sociales, nos llevará por las vías del conocimiento, la innovación y el desarrollo a definir el modelo de país que queremos.

Como es usual en todas las campañas, realizamos un sondeo, le preguntamos a hombres y mujeres que han tenido acceso a la educación ¿qué le pediría a esta candidata?

El economista caleño y asesor del Sena Víctor Saavedra de 28 años, quien estudió en la Universidad de Los Andes y en Harvard señaló que le exigiría excelencia “estamos acostumbrados a la mediocridad”, asegura que necesitamos mejorar la calidad de docentes, aumentar la remuneración y el estatus a los profesores.

Rosy Margarita Cotes Cortes, de 24 años de edad, abogada y Consejera Superior de la Universidad del Cesar dice que su candidata “tiene que ser holística, regionalizada; debe tener un sentido más crítico, recoger raíces ancestrales, culturales y étnicas, que sea garantista del desarrollo y el progreso. 

Laura Villa una paisa de 29 años de edad, asesora del Banco Agrario, economista con especialización en gobierno y maestría en administración pública exige a su candidata “trabajar por la igualdad de oportunidades y el acceso para todo el mundo a la educación”

Y como dicen las campañas tradicionales: “No dirigimos a usted amigo colombiano”, quien seguramente se estará preguntando ¿Y yo por qué debo votar por la educación?, le tenemos la respuesta.

En la prueba de educación Pisa, la más importante del mundo, Colombia quedó en el puesto 61 de 65 países. Las tasas de cobertura en preescolar, secundaria y media llegan solo al 63, 71 y 40 por ciento, respectivamente y la desigualdad arroja cifras lamentables como que la educación promedio de un adulto de estrato 1 es de 5,2 años, la de un adulto de estrato 6 es de 12,7 años. El puntaje promedio de un estudiante de estrato socioeconómico bajo, en las pruebas Saber 11, es 18 por ciento menor que el promedio que obtiene un estudiante de estrato alto. Así lo señala Catherine Rodríguez, profesora de la facultad de Economía de la Universidad de los Andes http://www.portafolio.co/opinion/politica-estado-la-educacion

Podríamos continuar con una larga lista de las estadísticas de la mala educación en Colombia. Sin embargo, es posible toparse con las siguientes respuestas: Yo no hago parte de esa muestra, gracias a Dios estudié en un buen colegio, las personas que conozco han tenido acceso a la educación pública y las que no lo han hecho es porque no se han esforzado.

Esta campaña conformada por seres humanos comprometidos con el desarrollo humano y social del país opta por dejar a un lado las cifras que se convierten en datos lejanos para mostrarles las caras de la realidad.

Wikdi es un niño del Chocó que realiza un esfuerzo que ningún niño debería hacer para lograr asistir a la escuela, camina cinco horas diarias para ir y volver de ella. Colombia tuvo conocimiento de esta historia gracias a “La Travesía de Wikdi” http://www.soho.com.co/zona-cronica/articulo/la-travesia-wikdi/25819, una crónica escrita por Alberto Salcedo Ramos, premiada en el año 2013 con el Ortega y Gasset de Periodismo y con el premio a la excelencia de la Sociedad Interamericana de Prensa

Juan David Aristizábal contó el caso de una señora que trabaja como empleada de servicio ganándose el sueldo mínimo, ella pagó 4 años de mensualidad en un colegio privado para que su hija no tuviera problemas de drogadicción en un colegio público y resultó ser un colegio pirata, que no estaba acreditado por el Ministerio de Educación.

También recordamos una crónica hecha por Pirry sobre dos hermanos que estudiaban en jornadas opuestas porque debían compartir los zapatos para poder ir al colegio.

Éstas son algunas de las historias que revelan la realidad de miles de niños y jóvenes colombianos que no tienen acceso a la educación y si la tienen, no cuentan con profesores capacitados y mucho menos con la calidad necesaria para competir laboralmente con otros países. 

En definitiva necesitamos un país en el que la educación sea un punto de integración de la familia, la comunidad el gobierno y la empresa privada y la principal prioridad nacional para ser un país mejor. 

Te invitamos a Votar por la solución http://www.todosporlaeducacion.co/colombia
Yo ya voté ¿y tú?

miércoles, 5 de marzo de 2014

Lector en voz alta, se les tiene

Diego leyendo en una librería especializada en literatura infantil y juvenil de Medellín

Señoras y señores, viejas y viejitos, niños y niñas. Óiganme bien. Le tengo a la plañidera que llora por sus seres queridos en velaciones y funerales; también le tengo al ayombero; encargado de gritar “ay hombe” en parrandas vallenatas; le traigo la saca piojos; le ofrezco lavarle las manos a los transeúntes y hacer la fila para pagar las facturas.

Ésta podría ser una lista de servicios de los llamados “culebreros paisas”. Sin embargo, estos oficios existen y son la manifestación del ingenio y el “rebusque” de los colombianos que en época de crisis económica y por circunstancias particulares, ponemos en funcionamiento nuestra creatividad y dones para trabajar.

Hoy, les tengo, les traigo y les ofrezco otro ejemplo de inteligencia, astucia, superación e innovación colombiana. Diego Alejandro Ruiz Gómez es un joven de 29 años de edad, nacido en Medellín, quien además de ser profesor universitario ofrece el servicio de leer en voz alta – óiganme bien - servicio de lector en voz alta.

Diego es licenciado de la Universidad de Antioquia en educación básica con énfasis en humanidades y lengua castellana y desde pequeño se apasionó por la lectura. Cuenta que después del asesinato de su padre, cuando tenía 14 años de edad, producto de la violencia en Colombia de los años 90’s, se refugió en una biblioteca pública que le permitía conectarse con historias diferentes a la realidad de ser el mayor de cuatro hermanos que junto a su madre, debió asumir la responsabilidad del hogar.

Señala que ha sido lector en voz alta desde niño. Inició esta labor leyendo las lecturas dominicales en la parroquia La Natividad de Nuestra Señora, también reunía a sus amigos del barrio para leerles los cuentos de los hermanos Grimm, y dice que siempre fue el “nerdo de la clase que alzaba la mano para leer”, luego pasó por las tablas del Teatro Popular de Medellín y fue cantante de una coral durante tres años.

Estando en la universidad una de sus compañeras le sugirió ser promotor de lectura en los llamados parques bibliotecas, además hizo parte de la alianza para fomentar el préstamo de libros en las estaciones del metro de Medellín y leía en voz alta mientras los pasajeros esperaban la llegada del transporte. Desde entonces, y gracias a sus profesoras del colegio y la universidad, asegura que “la lectura crea comunidad, crea vínculos como el hombre primitivo que se reunía alrededor del fuego a narrar cuentos y los juglares que iban contando historias de un lugar a otro”.

Según sus amigos y clientes Diego es un hombre maravilloso con una capacidad increíble para hacer sentir especial a las personas a través de la lectura y también resaltan su capacidad de escuchar, tanto así que hace casi cuatro años una amiga le sugirió hacer unas tarjetas de presentación, ofreciendo el servicio de lectura en voz alta. Particulares, empresas y colegios empezaron a llamarlo y tiempo después se le ocurrió ofrecer el servicio de lecturas telefónicas y hace poco agregó a su portafolio las video llamadas por Skype.

Eliana Manzur una odontóloga de Montería conoció a Diego en el apartamento de una amiga en Medellín donde él leyó el cuento erótico "Vean, ve, mis nanas negras" de la chocoana Amalia Lu Posso Figueroa y señala que “Su voz se transformó, quedé absolutamente enloquecida con él”. En diciembre del año pasado Eliana pagó $ 300.000 por el servicio de lectura telefónica de poemas dedicados a sus familiares, y su hijo Daniel de 16 años le dijo “lo máximo mami, regálame un poema para mi novia”. 

A Miriam Márquez una artista paisa, dueña de la tienda de diseño La Pájara Pinta ubicada en la ciudad de Montería, su mejor amiga le dedicó un poema escogido y leído por Diego y asegura haber quedado muda al escucharlo “Sentí una cantidad de emociones y sensaciones que no podría explicar, lo que si sabía era que quien me lo dedicaba me amaba profundamente”.

También cuenta que en una ocasión fue contratado para leerle un poema a otro hombre y este pensó que lo llamaba para conquistarlo o hacerle una broma y de inmediato le colgó el teléfono. “Me sentí incómodo y apenado”. Sin embargo, el joven lo llamó después para solicitar que le leyera un poema a su novia.

Otra de las anécdotas la contó con la siguiente introducción “De esta historia te quería hablar” –Aún no puedo ni quiero olvidar la felicidad, amor y gratitud que transmitió Diego con sus palabras- Señaló que, días antes de nuestra entrevista, Clara una clienta que conoció en la librería especializada en literatura infantil de la ciudad de Medellín llamada Simsalabim, lo invitó a conocer a Lucía, una niña de 8 años de edad que ofrece el servicio de cuentos y masajes por un valor de $ 500. Si señores, servicio de cuentos y masajes. La diferencia además del masaje es que el cliente debe decirle una palabra para que ella desarrolle la historia. 

La emoción de Diego al hablar de esta pequeña narradora oral fue tal que durante nuestra entrevista por Skype la llamó por teléfono para que la escucháramos. Al llamar a la casa de Lucía le informaron que ella se encontraba en el hospital Pablo Tobón Uribe recuperándose de la quimioterapia que le habían practicado hacía algunos días. Diego llamó al hospital y le preguntó al papá de la niña si ella podía atender su llamada, la pequeña pasó al teléfono y con una voz dulce, amorosa e interpretativa narró un hermoso cuento después de escuchar la palabra FELICIDAD.

Antes de despedirse, Diego le aseguró que la visitaría ese día y le leería un cuento, luego colgó el teléfono y relató su primer encuentro con Lucía. Cuando se conocieron ella no quería escucharlo y hasta le preguntó que cuánto cobraba por leer un cuento y ella le acusó de ser un “carero” por cobrar $15.000 (valor de cinco minutos de lectura telefónica). Sin embargo, él le leyó el cuento “Tito y Pepita” de Amalia Low y Lucía aseguró que pagaría $ 60.000 por escuchar el cuento todo el día (valor de una hora de lectura en voz alta a domicilio). También nos contó que el gran sueño de Lucía es tener un caballo (pero esa es otra historia que les contaré en otro momento).

Con los ojos iluminados y la voz pausada que lo caracteriza dijo que entre sus sueños se encuentra realizar una maestría en literatura infantil, tener una bibliovan en la que pueda transportar y promover la lectura y grabar un audio libro de cuentos para niños.

Aunque usted podría estar pensando –y tendría razón en hacerlo- que este servicio o labor no es novedosa, pues se realiza en otros países del mundo, considero que en Colombia, un país que según una encuesta realizada por el DANE,  la población mayor de 12 años lee la triste cifra de 1,9 libros al año y que las personas con discapacidad visual no cuentan con el apoyo suficiente y con las herramientas para acceder a la lectura; el trabajo, la dedicación y lo más importante la capacidad de dar a través de las palabras, dones, talentos y conocimientos a los demás, hacen de Diego Alejandro y de Lucía Toro unos seres humanos llenos de amor, felices, excepcionales e innovadores. Colombia SE LOS TIENE.

Pueden contactar los servicios de Diego Alejandro Ruiz Gómez, lector en voz alta a través del número: 3113556295




Taller de lectura en voz alta en el corregimiento el Totumo de Necoclí, Antioquia


Leyendo en voz alta en la estación del metro de Medellín como parte del programa "Pregoneros"

Diego leyéndole a Lucía el cuento pop up "Las crónicas de Narnia" de C. S. Lewis

Diego con Amalia Low en "picnic de palabras" en Bogotá

domingo, 9 de febrero de 2014

Todo tiene su tiempo y su lugar

Ya antes había escrito sobre la importancia de los mensajes, de lo que se dice, cómo se dice y lo que palabras mal administradas –hablar de más- pueden causar. Sin embargo, he recordado unas historias que le dan otra mirada a este tema.

Hace algún tiempo una gran amiga, una mujer de fe y declarada enamorada de Jesús, narró un episodio de su vida para comprobarme como Dios se revelaba ante nosotros. Ella me contó que estando en la universidad tuvo un novio al que amaba o creía amar a pesar de que sus familiares, amigos y conocidos le advertían sobre los problemas que éste tenía con las drogas y sus constantes infidelidades. Mi amiga, decía que ella parecía “endemoniada”, que la idea de no estar con él la enloquecía, y que poco o nada le importaba lo que dijeran de él. Sin embargo, un día sintió la necesidad de hablar con Dios, de pedirle que le diera una señal, que le enviara un mensaje para comprender lo que estaba viviendo.

Al poco tiempo, despidiéndose de una visita en la casa de sus suegros, la mamá del novio amablemente le preguntó que si quería llevarse un poco de comida para su casa, ella aceptó, y la sorpresa fue ver que la comida iba empacada en un pequeño tarro de jabón (Ajax o acción) para lavar los platos. Estoy segura de que la señora no tenía la intención de ofenderla pero, gracias a esa situación mi amiga después de varios años pudo comprender lo poco que era valorada en ese hogar.

Años después recordé a mi amiga en una situación similar. Uno de mis jefes estaba encargado de darme una noticia laboral importante, la empresa necesitaba que trabajara los fines de semana en una jornada de 12 horas, situación que para una pareja de recién casados podía afectar la estabilidad del hogar.

Lo sorprendente no fue la noticia, fue el lugar que mi jefe escogió para dármela; una solitaria cafetería de la empresa por donde esporádicamente pasaba gente saludando. Sin un tintico o galleticas tuve que digerir la información.

Sé que este hombre que supera los 50 años de edad, que tiene una esposa y varios hijos, que se ha preparado y esforzado para estar en el cargo en el que Dios le ha permitido estar, no tiene idea del mensaje que me dio.


Soy una mujer convencida de que cada cosa tiene su tiempo y su lugar, que cada acto o palabra que sale de nuestras bocas debe tener la intención de construir, que debemos ser un ejemplo para los demás en todas las instancias de la vida; en la familia, con los amigos, en el trabajo y el diario vivir porque siempre pero, siempre del otro lado hay un ser humano que siente, piensa e interpreta diferente, y él también merece ser valorado.

lunes, 27 de enero de 2014

"Sólo por hoy"

Un policía realizando la prueba de alcoholimetría a Paulo Manrique Puello


Hace algunos días revisando mi Facebook encontré una foto de uno de mis contactos –a quién no conozco-, pero tenemos amigos en común de Cartagena. En la fotografía aparecía un hombre sonriente, mientras un policía le practicaba el examen de alcoholimetría para establecer si el hombre manejaba prendo, borracho o en algún otro estado absurdo de irresponsabilidad. La imagen estaba acompañada de la siguiente frase “0.0 Hace 4 años Gracias a DIOS y SOLO POR HOY no me tomo ese primer trago”. ¡Vaya frase!

Continué leyendo los mensajes de felicitaciones, de ánimo y bendiciones que colocaban otras personas, y encontré otro mensaje de aquel hombre sonriente “De 24 en 24 horas. SOLO POR HOY no me lo tomo. Mañana no sabemos”.

No sé cuántas veces, en cuántas conversaciones, novelas y/o películas he escuchado acerca de los “12 pasos de la A.A.”, organización de alcohólicos anónimos. Sin embargo, hasta ese momento mi mente, espíritu y corazón interiorizaron la profundidad de aquel mensaje.

Comprendí que si el hombre de la fotografía podía decidir que de 24 en 24 horas no se tomaría un trago, yo podía elegir día tras día ser una buena persona, tomar decisiones que no me perjudicaran ni afectaran a otros. Entonces, decidí ponerlo en práctica, despertar por la mañana y decir: “sólo por hoy” elijo ser feliz, amar y respetar a los demás, tener pensamientos positivos, ser humilde y ver a Dios en todos y cada uno de los seres y objetos de este mundo.

Al terminar el día me acosté a descansar recordando la sonrisa del hombre de la foto con la satisfacción de haber logrado mi propósito “sólo por hoy”. Mañana espero elegir lo mismo.

miércoles, 22 de enero de 2014

¿Nos preparamos para las relaciones afectivas?

Todo en la vida es una preparación. Desde pequeños somos preparados para asumir retos y cumplir objetivos. Del jardín al colegio, de allí a la universidad y luego, nos preparamos para conseguir un trabajo.

Dedicamos tiempo a nuestra formación intelectual y presentación física para exámenes, entrevistas de trabajo, fiestas, reuniones y cualquier actividad que realizamos.

Vivimos, además, en un constante proceso de búsqueda de lo que creemos necesitar para ser felices y para ello, también nos preparamos. Entonces, si todo en la vida exige una preparación ¿por qué no lo hacemos para tener relaciones afectivas?

Y cuando hablo de relaciones afectivas no me refiero, únicamente, a esa persona con quien anhelamos compartir la vida; es prepararnos para ser buenos padres, jefes, empleados etcétera. Ser hombres y mujeres con la capacidad de dar y recibir amor a quienes nos rodean.

Además de pedirle a Dios que nos convierta en el regalo perfecto para la vida de los demás, te invito a pedir que todas y cada una de las personas, aun a las que no conocemos, sean transformadas para que lleguen a nuestras vidas llenas de amor, con la capacidad de recordar el pasado sin dolor y con la certeza de querer ser felices a nuestro lado.

Será que somos conscientes de la importancia de fortalecer nuestras cualidades, transformar los defectos y dejar atrás los resentimientos, miedos y complejos para llegar listos a relaciones sanas basadas en el amor y el respeto al otro.

lunes, 13 de enero de 2014

Las oportunidades






Somos seres humanos que por naturaleza buscamos sentido a nuestras vidas y cada paso que damos lo hacemos con el propósito de encontrar respuestas que nos ayuden a comprender la razón de nuestra existencia. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y a los temores que vamos adquiriendo desde la infancia, nos convertimos en personas nubladas por la inmediatez del momento, perdiendo con ello la posibilidad de aprovechar, observar , disfrutar y apreciar las grandezas que nos ofrece el mundo.

Crecemos pensando que no somos merecedores de alegrías. Expresiones como “reír demasiado es presagio de que algo malo va a pasar”, que “de eso tan bueno no dan tanto” sean quedado en nuestro diario vivir, permeando la única y verdadera razón del ser humano: La felicidad.

Felicidad que nos permite crecer en todos los aspectos de la vida, en lo espiritual, familiar, laborar etc. Claro está, que decirlo así suena muy fácil pero, ser felices tiene un precio, y no hablo de dinero ó fama hablo de la posesión más preciado del ser humano: la libertad, esa facultada de decidir por si mismo lo que se quiere o no en todas las instancias de la vida.

Efectivamente, para ser felices debemos decidir serlo. Se trata de ser honesto con uno mismo, ser capaces de afrontar los temores y decir NO MÁS, asumir que las situaciones no son buenas o malas ;que son oportunidades de la vida para decidir ,para ser libres, por lo tanto, ser felices.

Te invito a tomar las oportunidades para ser una mejor persona, para olvidar el pasado y desprenderte de lo que no te sirve. En este momento te invito a que seas feliz abandonando las culpas y frustraciones. Decídete asumir la vida de la mejor manera.

Publicado en el Oracional de la Emisora Minuto de Dios “El Man Está Vivo”  5 de julio de 2009


sábado, 4 de enero de 2014

El sueño no soñado

Hace tres años me casé y quizás ese fue el día en que pude comprender claramente los mensajes de Dios. 



En la mañana del 18 de diciembre de 2010, el párroco de la Ermita del Cabrero de Cartagena, quien a las 4:00 p.m. de ese mismo día casaría a mi hermano Juan Pablo con su prometida Carol, a David y a mí, nos dijo que no celebraría la ceremonia. La razón, que no vale la pena recordar por carecer de sentido y amor por el prójimo, no logró opacar la alegría caribeña que nos caracteriza y decidimos irnos a desayunar a Narcobollo para tomar una decisión con el estómago lleno. En una mano el chicharrón, en la otra la arepa con huevo y en mi cabeza los 200 invitados que venían de diferentes ciudades a celebrar nuestra boda.

La Ermita del Cabrero
Como es usual llamé a mi madre para contarle lo sucedido y en menos de cinco minutos el resto de nuestras familias estaban enteradas y le mandaban saludos a la mamá del cura. Mi mamá, apoderada de la situación, fue a hablar con el padre de la parroquia cercana a la casa de mis abuelos y afortunadamente aceptó casarnos.

Durante la mañana y en una jornada maratónica a través de facebook, llamadas a celulares y el -en ese entonces popular- messenger de blackberry, enviamos los datos de la nueva iglesia a los invitados. Luego Catay, mi hermano, nos llevó a mi cuñada y a mí al salón de belleza de Diego Moya, un hombre maravilloso quien me vio crecer y que ese día me dio la oportunidad de ver como los sueños se hacen realidad, pues Diego con su trabajo y esfuerzo logró ser uno de los estilistas más importantes del país. En ese momento me di cuenta que Dios me estaba dando un regalo que yo jamás había soñado y que todas las personas que habían pasado por mi vida eran protagonistas de ese día.



La entrada a la Iglesia fue maravillosa, el tío Kiko me llevaba de la mano y yo desfilaba como si fuera la reina del pueblo, tirando besos a diestra y siniestra. Una pequeña alfombra roja representaba el camino hacia la felicidad al lado de quien había sido mi mejor amigo, novio y ahora sería mi esposo, nos acompañaban en el cortejo mi primita María Camila, la primita de David, Micaela, y mis grandes amigas Carito y Lorena, me seguía embarazada, y de la mano del Yeyo, la futura esposa de mi hermano y madre de uno de los pajecitos. Recuerdo cada uno de los rostros que vi al entrar al lugar, pero especialmente recuerdo esa pequeña iglesia en construcción con bancas flacas de madera, el piso y columnas de cemento sin pintar de donde colgaban telas blancas con dibujos alusivos a la navidad elaborados por los niños del barrio. De fondo se escuchaba la voz de mi abuela quien junto a mis tíos, primitos y amigos habían formado un coro que después de varios meses de práctica, cantó durante la ceremonia.






En el altar se encontraba mi hermano Juan Pablo junto a mi madre, mi sobrinito con su muñeco de peluche preferido, mi primo Nicolás quien a sus 9 años quiso ser uno de los pajecitos y la mamá de David, mi regalito de Dios, quien durante estos tres años ha sido objeto de burlas pues esa tarde a pesar de su vozarrón se quedó sin voz al dar el sí. Finalmente y después de tanto corre corre el padre Orlando, un hombre joven y elocuente, bendijo nuestra unión.



Quienes me conocen saben que nunca pensé en casarme y mucho menos hacer una gran celebración. Sin embargo, Dios me dio eso y mucho más. Me dio discernimiento y humildad para comprender que Él nos unía para ser sus instrumentos. A pesar de que no nos casamos en una iglesia tradicional y ostentosa de Cartagena, Dios permitió que hiciéramos parte de la construcción de su templo.


Sí, mi boda fue una gran alianza de amor, mi madre, abuela y tías Uchi y Lourdes prepararon durante meses la fiesta, y el día anterior junto a Rafita, la tía Margie, Raaidita, Lucas, Martha, Juanchi, Carol, David y el tío Kiko decoramos la hacienda “La Envidia”, que con todo cariño mi tío alquiló para darnos la mejor fiesta de la vida, mi hermano viajó desde Brasil con su familia para casarse a mi lado, María José la hermana de Davo llegó de Nueva York, mis otros tres hermanos Catay, Andrés y Mateo estuvieron presentes junto a nuestras familias maternas y paternas, los padres de mi mejor amigo -ya fallecido- asistieron en su nombre (http://cosasdecucha.blogspot.com/2013/12/una-carta-para-los-cuatro.html), mi madrina de bodas quien viajaba al día siguiente a Europa pudo acompañarme con su familia.


Mi suegra a pesar de la reciente perdida de su madre, elaboró una deliciosa torta de matrimonio con los muñecos que la adornaban y los recordatorios de la boda, y mi suegro con sus dotes para el rebusque encontró y regaló la mejor champaña. La esposa de mi hermano preparó unos deliciosos dulces brasileros llamados brigadeiros que fueron la sensación. Harvey nos obsequió uno de sus talentos, hizo registro gráfico de ese día especial. Nuestros amigos de Barranquilla tuvieron que cambiarse la ropa en un centro comercial para llegar a tiempo a la iglesia, el día anterior llovió tanto que el camino estaba lleno de barro y fue necesario contratar una buseta para entrar a la hacienda, Elisa una mujer luchadora que aún trabaja en la casa de mi familia, con su tropa de desplazadas por la violencia fueron las encargadas de atendernos toda la noche, la comida fue preparada por una amiga y vecina de la infancia, mi hermoso vestido de campanita fue elaborado por la modista del barrio y esa noche pude cumplir dos de mis grandes sueños bailar porro en vez de vals y ser una bailarina de orquesta como las chicas del can.





Hoy, recordando ese gran día de amor y felicidad, descubro que el mensaje más grande que Dios me ha podido dar es que puedo, merezco y elijo amarte, mi regalito de Dios.



Cucha, una mujer feliz.